El salario de los profesores y su escaso reconocimiento social y el poco tiempo que tienen para formarse es un problema que afecta la calidad de la educación.
Una mejora de la educación en Latinoamérica pasa, entre otros aspectos, por incentivar a los profesores, bien con salarios más altos o con más tiempo al margen de las horas lectivas para que puedan incrementar su formación, subrayaron este miércoles los expertos.
Es una de las conclusiones expuestas en la Casa de América de Madrid durante la presentación del informe "Panorama de la Educación 2017", elaborado por de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México son los seis países latinoamericanos analizados porque son miembros de la Ocde o participan regularmente en sus actividades.
El informe destaca que los profesores en Latinoamérica están, en general, peor pagados que la media de la Ocde y pasan muchas horas en clase con los alumnos.
El director de Educación y Competencias de la Ocde, Andreas Schleicher, explicó que cuantas más horas de clase dé un profesor menos docentes serán necesarios y se registra menos gasto en ellos.
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Por su parte, el director corporativo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Germán Ríos, aseguró que el salario de los profesores y su escaso tiempo para formarse es un problema que afecta a la calidad de la educación, al tiempo que carecen del adecuado reconocimiento social, porque están mejor vistos otros segmentos, como los ingenieros.
Otro elemento que distingue los modelos educativos de los países latinoamericanos de algunos anglosajones es la mejor conexión de estos con el mercado laboral.
"En América Latina el mercado laboral tiene un alto grado de informalidad" y ello se deriva, según Germán Ríos, en falta de capacitación con la que los estudiantes salen de los centros.
Por ello, se mostró partidario de una mejor relación entre las universidades y el mercado, ya que las carreras son "rígidas y no permiten traspasos fáciles" entre profesiones.
Schleicher aseguró que en Latinoamérica no se invierte lo suficiente en la preparación de profesores aunque se felicitó que existe una creciente presencia de alumnos que llegan a las universidades.
"Se está convirtiendo en una norma", dijo el alto funcionario de la Ocde, quién se preguntó: "¿Por qué no invertimos en una buena educación. Sería bueno para los contribuyentes y para los estudiantes", porque siempre se produce un retorno a las sociedades de los fondos que se destinan a la instrucción.
Schleicher también apostó por la movilidad internacional de los estudiantes, un factor muy presente en Europa a través de programas como el Erasmus y que contribuye a crear más competencia.
Germán Ríos aseguró que Finlandia es "la meca educativa" por las bondades de su sistema, aunque destacó que en la actualidad la cobertura educativa en Latinoamérica es casi del cien por cien, "por lo que ahora hay que centrarse en la calidad".
Como elemento negativo Ríos apuntó que hay deficiencias en la educación en la edad más temprana, que es cuando se ponen las bases para que los estudiantes desarrollen herramientas con las que en el futuro adquirirán conocimientos.
El "Panorama de la Educación" de la Ocde ha alcanzado su vigésimo cuarta edición y es distinto de los llamados informes Pisa, que analizan las competencias de los alumnos en diversas materias académicas.
Uno de los datos generales que aporta el informe es que los estudiantes de los países de la Ocde pasan de media 7.538 horas en los ciclos de educación primaria y secundaria, cifra que superan ampliamente Estados como Costa Rica, con más de 10.000 horas, y Colombia, que se acerca a ese dato.