Por su estado de salud y la recomendación de guardar reposo, algunos compromisos del mandatario brasileño debieron ser postergados.
El presidente de Brasil, Michel Temer, continúa su recuperación en un hospital de Sao Paulo tras someterse a una cirugía de próstata y recibirá el alta en el inicio de la tarde de este lunes, según el último boletín médico.
Temer, de 77 años, fue sometido este domingo a un procedimiento de retirada de la sonda vesical y se encuentra estable, de acuerdo con el informe médico del hospital Sirio Libanés, en la capital paulista.
El mandatario fue operado la noche del viernes por un aumento benigno en la próstata y permanecerá ingresado hasta este lunes, cuando tenía previsto mantener un encuentro con el presidente de Bolivia, Evo Morales.
La reunión entre ambos mandatarios fue aplazada la víspera debido al estado de salud de Temer y el próximo miércoles será reprogramada la fecha de la visita de Morales, según explicó el canciller boliviano, Fernando Huanacuni.
Según las primeras informaciones, el jefe de Estado brasileño deberá permanecer en reposo en Sao Paulo hasta el próximo miércoles, cuando podría volver a Brasilia para continuar con su agenda.
Temer acudió al hospital de Sao Paulo la noche del viernes, dos días después de haber sido hospitalizado en Brasilia durante algunas horas por una "obstrucción urinaria".
Temer sufrió el "malestar" en momentos en que la Cámara baja debatía la denuncia por obstrucción a la justicia y asociación ilícita que la Fiscalía formuló en su contra, con base en una confesión realizada por los dueños de JBS.
Las acusaciones, que Temer siempre negó, fueron rechazadas el mismo miércoles por 251 votos frente a 233 en el pleno de los diputados, que por imperativos de la Constitución brasileña debía avalar su eventual enjuiciamiento, y supuso un alivio para el mandatario.
En un video publicado la semana pasada, el presidente aseguró que, tras el archivo de la denuncia, estará más centrado en la recuperación económica del país y en el cuidado de su salud, que en las últimas semanas ha sido cuestionada.
Durante un reciente chequeo médico los doctores detectaron una obstrucción arterial coronaria "leve", pero el propio Temer negó que tuviera que ser sometido a un cateterismo para corregir el problema.