Mediante una protesta el sector textil desde las 9:00 a.m. nuevamente se tomó este jueves las calles de varias ciudades del país, entre ellas Medellín, logrando reunir más de 35.000 participantes que abogan por acciones contundentes por parte del Estado para alivianar la crisis que viene denunciando la Cámara Colombiana de la Confección.

El vicepresidente de la Cámara Colombiana de la Confección (CCC) y gerente de las marcas Babalú y Tarrao, Enrique Gómez Giraldo, señaló que la manifestación fue un éxito debido a que duplicaron el número de personas que salieron el 3 de octubre, "no vamos a parar de reclamar, esta es la segunda marcha y haremos las que sean necesarias hasta que el Gobierno entienda que debe defender la mano de obra en Colombia y no privilegiar la de Asia". Esto como consecuencia de la difícil competencia por el contrabando y la competencia que han tenido que vivir los confeccionistas nacionales.

En ese sentido, el representante gremial reafirmó que seguirán uniendo sinergias de otros sectores, como ya lo hizo el calzado, marroquinería y afines, y la joyería, entre otros. 

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Su preocupación es permanente porque este era uno de los sectores que más le aportaba a la empleabilidad en el país. Hace unos años el sector textil-confección era el que más generaba empleos en la industria y el comercio. Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el segundo trimestre se han perdido más de 51.000 puestos de trabajo, esto sumado a la informalidad que alcanza un 52%. 

Para la CCC esta situación los ha llevado a concluir que la pérdida total de empleos del segundo trimestre del año supera los 103.000. “Es decir, que diariamente se pierden más de 1.000 aproximadamente”. De igual forma también los consterna que las importaciones en septiembre crecieron un 21%, debido a que “en lo que va corrido del año han ingresado al país más de 150 millones de prendas”.

¿Cuáles son sus peticiones?

1. La implementación de una política industrial que le garantice a los sectores textil, confección, calzado, marroquinería y afines, la supervivencia a mediano y largo plazo, para evitar que desaparezcan más 1'800.000 puestos de trabajo.

2. El desmonte del decreto 1744 que fija un arancel del 15% a la importación de prendas de vestir, el cual promueve la importación masiva de prendas del continente asiático, dado los bajos costos de la mano de obra con la que cuentan estos países.

3. La implementación de un decreto que eleve el arancel para la importación de prendas al máximo permitido por la Organización Mundial del Comercio (OMC) que es del 40%.

4. La implementación del monotributo para la formalización del sector.

5. El otorgamiento de créditos blandos a través de Bancóldex.

Ante esas peticiones, Gómez Giraldo explicó que exigen dos políticas, una de choque y otra de tipo industrial que es a mediano plazo. "Primero subir los aranceles del 15% al 40% para evitar que el sector desaparezca por la mano de obra asiática que cuesta un 95% menos”.

También piden un monotributo que sirva como herramienta para que puedan formalizar las empresas que hasta el momento no lo están y a su vez créditos blandos para que logren potencializar sus estructuras tecnológicas.

Por otra parte, como medidas a mediano plazo solicitan reducir el IVA del 19% y que implementen una política para el cultivo de algodón. "Queremos que en realidad se entienda que al sector de debe tratar de forma diferente, no es intensivo en utilidades sino en mano de obra”, agregó el vicepresidente de la CCC.

A pesar de que ya el Gobierno ha expedido algunos decretos y ha venido desarrollando algunas acciones en contra del contrabando, el gremio manifiesta que no es suficiente, por lo que recomiendan que instauren unas políticas fiscales y aduaneras más firmes.

Por su parte, el empresario del sector textil y miembro de la Junta directiva de la CCC, Jorge Duque Zapata, manifestó que “la Organización Mundial del Comercio (OMC) ya les dio la medida exacta y no la han querido aplicar”, esto con el fin de que los aranceles o impuestos que pagan las empresas extranjeras sean más altos, logrando según su concepto, generar mayor competitividad en la mano de obra local.

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El empresario expone que el Ejecutivo ahora legisla para las grandes superficies, para empresarios de otros países, entre otros, descuidando lo que está ocurriendo en la industria colombiana. Asimismo también rechazan “las declaraciones descalificantes de las directivas nacionales de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) e Inexmoda”.

Mauricio Betancur, un empleado de Fabricato que se dedica al análisis de calidad de tonos, quien por voluntad propia quiso participar de esta marcha y además lleva 17 años en este sector, expuso que a pesar de que su empresa está produciendo adecuadamente, los empleados sienten incertidumbre por lo que está sucediendo actualmente “el producto de nosotros es de alta calidad, pero ¿cómo vamos a competir con precios tan bajos? Eso afecta nuestros salarios y la productividad de la organización. Tenemos esperanza pero hay preocupación”. De igual forma, desde otros municipios también marcharon esta mañana, como fue el caso de los 4.000 empleados del sector textil-confección de Donmatías.

¿Qué ha hecho el Gobierno Nacional?

En un operativo del pasado viernes realizado por la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), en colaboración con la Fiscalía y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), estas entidades aprehendieron catorce millones de unidades de confecciones, más de un millón y medio de m2 de textiles, más de un millón de pares de calzado (1´010.546) y capturaron 19 personas por falsedad y usurpación marcaria.

Esta lucha se complementa con nuevas medidas para disminuir el contrabando técnico y hacer mayor control aduanero, establecidas a través de proyectos de decretos que ya se encuentran expedidos por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.

La normatividad propuesta contempla que las fibras, hilos, tejidos, confecciones, ropa de hogar (toallas, ropa de cama, lencería y cortinas) y calzado que se importen al país por debajo de un determinado valor, considerado excesivamente bajo, sean sometidos a estrictos controles aduaneros.

El MinCIT también planteó que para las mercancías importadas por debajo de los umbrales de precios establecidos, la Dian solicite información sobre proveedores en el exterior, sobre el valor de la importación, sobre el agente aduanero que adelanta el proceso y del propio importador, entre otros datos.

Esta iniciativa fue el resultado de cerca de tres meses de consultas con empresarios y comercializadores del sector. También habrá una reducción de aranceles para parte de los hilos que la industria de las confecciones utiliza como materia prima.

Con respecto a las etiquetas, para verificar el país de origen, se modifica el reglamento técnico para que este sistema de identificación sea estampado o cosido de manera permanente, con algunas excepciones que tienen que ver con las particularidades de las prendas, como la ropa interior.

A los requisitos que actualmente incluyen los registros de importación se agregan cuatro variables: peso por prenda, precio por prenda, valor total FOB (carga a bordo y libre de impuesto) por kilo y la marca con la cual serán comercializados.

“Seguimos trabajando para acabar con el contrabando que tanto daño le hace a nuestra industria, nuestros trabajadores y nuestra economía", indicó la ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez. 

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El contrabando, el lavado de activos y el fraude aduanero, le cuestan al país $1 billón anualmente en impuestos dejados de recaudar y la pérdida de 180.000 empleos, además de generar delincuencia e inseguridad.

Adicional a ello, la cartera del Comercio a su vez anunció a través de Bancóldex, el lanzamiento de una línea especial de crédito por $90.000 millones para aumentar la liquidez de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) del país.

De igual manera dio a conocer un paquete adicional de tres líneas de crédito, con un valor de $240.000 millones, que podrán ser utilizadas por las empresas dedicadas a la fabricación de prendas de vestir, productos textiles y calzado, con el fin de invertir en activos productivos, sanear sus deudas, y generar recursos para mitigar el impacto ambiental mientras aumentan su productividad.

Según la ministra “estas líneas de crédito representan un alivio y serán de gran apoyo para las pequeñas y medianas empresas, pues cuentan con plazos hasta de seis años, períodos de gracia hasta de un año, y tasas favorables para los empresarios del sector”.   
 
En la línea de liquidez para MiPymes del sector habrá $90.000 millones disponibles para que las empresas puedan suplir sus necesidades e invertir en gastos operativos así como en estrategias para mejorar su productividad. $50.000 millones serán destinados para la inversión en capital de trabajo así como la sustitución de deudas, con hasta cinco años de plazo para pagar. Otros $40.000 millones podrán ser invertidos en modernización y cuentan con hasta seis años de plazo. 

En la línea de las MiPymes exportadoras se tendrán $180.000 millones destinados a todos los sectores, incluyendo el textil, para modernización, inversión en activos productivos, con plazo hasta de seis años y un año de gracia.

Desde el año 2010 a la fecha, Bancóldex ha destinado más de $850.000 millones para apoyar a las empresas dedicadas a la fabricación de prendas de vestir y productos textiles en el país.

Según el presidente de la entidad, Mario Suárez Melo, este sector es uno de los usuarios principales de las soluciones financieras y no financieras que la institución ha destinado para el crecimiento empresarial en el país. “Estas líneas de crédito, que ha dispuesto el Gobierno Nacional para apoyar y aumentar la productividad de los sectores textil, confecciones y calzado, ya se encuentran disponibles en los bancos comerciales”, aseguró.