Las autoridades y las comunidades están trabajando unidas para detener el desastre ambiental en Santander, una de las catástrofes de este tipo más graves de la historia de Colombia.
Después de que un derrame de crudo causara un desastre ambiental en dos arroyos del departamento de Santander, autoridades, comunidades e instituciones están en una titánica tarea para contener los efectos de la catástrofe.
Veterinarios, pescadores y funcionarios, entre ellos de la petrolera estatal Ecopetrol -de cuyo pozo La Lizama 158 emanaron cerca de 550 barriles de crudo que cayeron sobre las quebradas La Lizama y Caño Muerto, afluentes del río Sogamoso que también resultó contaminado- trabajan sin descanso para detener el daño a la naturaleza.
El pozo La Lizama 158 está ubicado en el corregimiento de La Fortuna, en el municipio de Barrancabermeja, una zona en la que además de petróleo hay una frondosa y variada vegetación, así como fincas donde se cultiva principalmente la palma de aceite.
En el camino que conduce de la cabecera municipal al punto de desembocadura de la quebrada Caño Muerto en el río Sogamoso, se ve a la gente trabajar para hacer frente a la tragedia, como es el caso de un hombre que carga en brazos a una iguana empapada de crudo afectada por el derrame.
En la desembocadura de Caño Muerto los pescadores unieron esfuerzos con los funcionarios de Ecopetrol para descontaminar las fuentes hídricas y evitar que se expanda el petróleo vertido, que dejó su mancha en plantas de la zona que murieron y tuvieron que ser puestas en piscinas para evitar su contacto con las demás especies.
Como consecuencia de esto, zonas aledañas a los afluentes están desforestadas e incluso cada paso de las personas hace brotar del suelo embebido petróleo, ese mismo hidrocarburo que está contenido con barreras en algunos puntos de las quebradas para que no siga su camino de destrucción.
Pablo Gil Rincón, uno de los pescadores que lidera la ayuda comunitaria en el plan de contingencia, relató que su conocimiento del río Sogamoso les permite hacer una tarea "bien hecha" para evitar que haya una afectación mayor del afluente y que su recuperación "sea más saludable".
"Ecopetrol, a través de una empresa contratista, ha contratado pescadores para hacer la labor de descontaminación de las orillas y los sitios en donde están los focos de contaminación urgente", dijo.
Su gremio, del que dice que más de 1.500 personas están ayudando a solventar el desastre, ha sido uno de los más afectados por la situación, pues miles de peces murieron por el crudo que cayó en las fuentes hídricas entre el 12 y el 15 de marzo, fecha desde las que no ha habido más derrames.
Por ello, Gil se preguntó qué va a pasar cuando terminen las labores de contingencia, razón por la cual instó a Ecopetrol a que los siga teniendo en cuenta una vez se complete el proceso de "compensación y todas las actividades que se deben realizar por la recuperación y el daño en el territorio".
Otra de las personas que trabaja para detener la emergencia es el biólogo Miguel Vaca, de la organización comunitaria Cabildo Verde que fue contratada por Ecopetrol para rescatar y tratar a los animales afectados por el derrame, quien limpia con detergente, mucha agua y un cepillo de dientes a una tortuga que estaba bañada en crudo.
Su trabajo, según contó mientras lavaba con cuidado al reptil, se inició el pasado 17 de marzo, día en que empezó con sus compañeros de Cabildo Verde una valoración de la salud de cada animal rescatado para ver qué tipo de atención requieren.
En ese sentido, Vaca explicó que algunos animales no están contaminados por el petróleo pero han pasado días sin comer o sin beber agua.
"Esos animales también son tratados, manejados y posteriormente pasan al proceso de reubicación", agregó Vaca.
El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, quien lidera el Puesto de Mando Unificado (PMU) que ejecuta el plan de contingencia, detalló que a Efe que hasta el 30 de marzo se perdieron 2.442 animales y se salvaron 1.430.
"La gran mayoría de especies que están tratando ya es más a nivel preventivo y no a nivel curativo y de rescate. Hemos avanzado bastante y esa es una de las grandes tareas de recuperación de ese corredor biológico", manifestó.
Es por ello que, según explicó, uno de los principales objetivos de la recuperación es volver a plantar especies nativas de alevinos y fortalecer la relación entre Ecopetrol y las comunidades.
"Hay comunidades que se van a dedicar a la conservación ambiental y hay que movilizar recursos de compensación para pagos por servicios ambientales a esas comunidades", concluyó Murillo, que visita con frecuencia la zona para hacer frente a uno de los desastres ambientales más graves de la historia de Colombia.