La tradición católica de los municipios del Norte de Antioquia, la presencia en esta zona de influyentes figuras y líderes religiosos y la conservación de templos cuidadosamente terminados en los que se albergan múltiples reliquias e historias, son elementos que hacen de esta subregión un destino de peregrinación y turismo religioso.
Revisar las fiestas que se celebran en el Norte de Antioquia es hacer un recorrido por las diferentes advocaciones que el catolicismo le ha dado a la virgen María. Toledo celebra las fiestas de la Virgen del Carmen; Angostura rinde homenaje a la de Chiquinquira; en Donmatías se encomia a Nuestra Señora del Rosario y Entrerríos, anualmente, destina el mes de septiembre para acoger a quienes concurren a la novena a la Virgen de los Dolores.
Además del carácter religioso de diferentes festividades realizadas en la subregión; el Norte antioqueño cuenta con referentes arquitectónicos estrechamente ligados a la tradición cristiana, estos se suman a personajes oriundos de esta región, cuya contribución misionera y evangelizadora es resaltada y venerada por los fieles católicos que peregrinan hasta municipios como Angostura y Yarumal.
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El antropólogo y arquitecto, Henry Toro Ríos, resaltó que el turismo religioso en Colombia se ha ido posicionando. “Hay centros de peregrinación que gozan de prestigio y tradición como el caso de Buga, en el Valle del Cauca, y Cartagena de Indias que, junto a Mompox, cuentan no sólo con valoración religiosa sino patrimonial y eso les ha permitido ser sitios en los que se presenta lo que podríamos denominar turismo religioso. A esto se ha empezado a sumar el Norte de Antioquia debido a las formas de ordenamiento que se dieron en los siglos XVII y XVIII, en una zona de topografía agreste donde la administración del territorio estuvo ligada a un carácter religioso más que político y esto se evidencia en la arquitectura aún vigente, donde el edificio público más importante y representativo de cada municipio es la iglesia”.
Marta Lucía Porras, alcaldesa de Angostura, señaló que además de los templos que son el lugar de peregrinación por excelencia “existen otros lugares que los turistas visitan con mucho fervor, como pasa en el caso de nuestro municipio con las Cuevas del Padre Marianito, este lugar está ubicado a 10 minutos de la cabecera municipal y tiene un significado muy especial porque allí era donde el padre se refugiaba de la persecución que vivía la iglesia en su tiempo y hay una imagen muy bella a la que la gente le tiene mucha fe”.
El relato de la alcaldesa coincide con el planteamiento de Toro Ríos en referencia a la remembranza de Mariano de Jesús Euse Hoyos y Miguel Ángel Builes, oriundos de Angostura y Yarumal respectivamente, como un acicate que propicia la llegada de peregrinos al Norte de Antioquia.
“A finales del siglo XIX y principios del siglo XX aparecen personas que trascienden el territorio del norte y se vuelven personajes nacionales, ahí tenemos al misionero Miguel Ángel Builes, una persona de Yarumal que a través de sus misiones extiende su actividad evangelizadora como una forma de propiciar desarrollo en las comunidades. El padre Marianito aparece posteriormente y es tal vez la figura más reconocida de esta zona por la comunidad católica, debido al reconocimiento que ha tenido su labor; estos personajes hacen una especie de efecto llamada que propicia el turismo religioso”, concluyó el académico.