A ‘Migue’ no lo conocí, pero aun así, lo extraño. Sin haber tenido la oportunidad de conversar con él, de escuchar sus reflexiones — y muy seguramente sus preguntas-, ahora sé que quería ser un gran forense, que quería ser biólogo, que era rapero y que era skater. Conocí a sus amigas y amigos. También a sus maestros (y a la vez sus aprendices). Como homenaje a él — y en solidaridad con #EditoresDeCiudad- quiero sentir esperanza. La esperanza que me da el haber podido escuchar a estos jóvenes cuyas preguntas son más profundas que las mías.

El pasado pasado viernes 14 de febrero, gracias a la oportunidad que me brindó el colectivo Morada, estuve con estos jóvenes inspiradores de Medellín, y de algunos de municipios vecinos. De Colombia, también de Venezuela. Los más pequeños Editores de Ciudad tienen 14 años y los mayores están alrededor de los 30. Todos unidos por un deseo de contar historias, con la esperanza de cambiar realidades.

Yo llegué donde ellos con una pregunta: ¿Cómo recuperar la confianza en el periodismo? (Quería probar algo llamado ‘Question Burst’ (explosión de preguntas), propuesto por el director ejecutivo del MIT Leadership Center, Hal Gregersen). Sus preguntas me permitieron conocer sus visiones, sus esperanzas, también quizá sus miedos -aunque faltaron los de Migue-. Fueron solo 4 minutos, pero sus preguntas me quedarán de por vida. Todas ellas, son para mí un reto al periodismo y en muchos casos a la sociedad…

¿Cómo recuperar la confianza en el periodismo?

¿Cómo perder el miedo a decir la verdad?

¿Quiénes no confían en el periodismo?

¿Cómo creer en el periodismo?

¿Cómo cuestionar lo que nos cuenta el periodismo?

¿Cómo contar lo que verdaderamente pasa mediante el periodismo?

¿Cómo recuperar las noticias inspiradoras en el periodismo?

¿Qué es confianza?

¿Cómo separar el periodismo de la política?

¿Es necesario que el periodismo sea políticamente correcto?

¿Cómo romper los tabúes impuestos por la sociedad?

¿Cómo el periodismo transforma el pensamiento de las personas?

¿Cómo no involucrarme personalmente?

¿Cómo romper con la manipulación e insensibilidad de las noticias?

¿Cómo puedo ser mejor periodista?

¿Cómo afrontar la realidad sin temerle a ella?

Dicen quienes conocieron a Miguel Ángel Marín Arango, que con sus 17 años “los devolvía con renovada rebeldía”. Comparto estas preguntas contagiado por esa rebeldía y con la esperanza de encontrar mejores respuestas que las que tengo hoy. Estas preguntas son de ellos. Las respuestas aspiro sean nuestras.