Un premio al poder de la unión

Autor: Empresarios por la Educación
13 octubre de 2017 - 12:10 AM

Soñamos con una mejor educación como base para un mejor país.

María Carolina Meza Botero*

El pasado miércoles recibimos el Premio Mejores Líderes de Colombia, otorgado cada año por Semana y la Fundación Liderazgo y Democracia con el apoyo de Telefónica. Este año, atendiendo particularmente al momento que atravesamos como país tras la firma de los acuerdos de paz y la necesidad de reconstrucción colectiva del tejido social para lograr la transformación que necesitamos, el premio reconoció específicamente iniciativas de liderazgo colectivo. Entre 500 postuladas, fuimos premiadas diez.

Quiero hacer acá una corta reflexión sobre esa noche, sobre el premio mismo y sobre lo que este significa de cara a estos 15 años de trabajo desde la Fundación por la educación. Ayer, mientras veía un salón lleno de personas comprometidas con la transformación social, me latía con fuerza el corazón de pensar que Colombia es mucho más de lo que solemos reconocer. Es ante todo una colectividad de personas que, cuando nos lo proponemos, podemos sacar cualquier proyecto adelante. Los treinta colectivos finalistas tenemos muchos aspectos en común: una fuerte convicción de la importancia de lograr un país más equitativo, democrático, incluyente y pacífico; historias de perseverancia, tesón, ires y venires, en medio de los retos que supone generar transformaciones sociales; y que sobre todo compartimos la convicción de que juntos logramos más,

Como mencioné hace algunos días durante la apertura de nuestra asamblea anual, entiendo el liderazgo como esa capacidad que tienen las personas y las organizaciones para generar cambios radicales en situaciones que necesitan no solo soluciones técnicas sino soluciones adaptativas, de mentalidad, culturales. Hemos entendido tradicionalmente el liderazgo como ese ejercicio del poder, solitario, de una persona que ostenta un cargo superior y llega como salvador a transformar la historia, nos dice qué hacer y se gana siempre los créditos. Sin embargo, los hechos nos muestran que el liderazgo se trata más bien de un ejercicio colectivo, donde muchas veces hay personas que inspiran a otros, pero donde sobre todo hay un grupo amplio de personas y organizaciones que se unen para transformar una situación, renunciando muchas veces a intereses individuales.

Lea también:

Este premio que recibimos reconoce, precisamente, que ningún problema social es tan simple que pueda ser solucionado por una persona o una organización sola y que lograr que todas las personas de nuestro país accedan a una educación de calidad es uno de los más complejos y grandes retos que tenemos como sociedad. En la Fundación compartimos un sueño y nos unimos para lograrlo. Soñamos con una mejor educación como base para un mejor país. Compartimos la convicción de que es posible tener un país donde todos los niños y niñas puedan desarrollar al máximo sus potencialidades y puedan entregar lo mejor de sí a la construcción de mejores familias, comunidades e instituciones. Sabemos que sólo transformado el sistema educativo esto es posible y que lo podemos lograr juntos, es más, que sólo juntos podremos hacerlo. También sabemos que es más difícil trabajar con otros, que implica tiempo, concesiones y renuncias, pero que en el proceso ganamos todos, aprendemos todos, crecemos todos y, lo más importante, llegamos más lejos.

La Fundación es hoy la suma de 96 empresas y fundaciones  miembros y aportantes y 400 organizaciones aliadas que se han unido a este sueño conjunto, una telaraña de voluntades que necesitamos tejer cada día para lograr reales transformaciones. Sin embargo, tenemos el reto de articular mucho mejor nuestra acción, tener unas metas comunes claras y actuar más juntos, de tal manera que formemos un perfecto engranaje donde cada uno aporte desde sus posibilidades al bien mayor que perseguimos. Esto implica, además de continuar invirtiendo recursos, hacerlo cada vez más y mejor: salirse de las fronteras de acción de cada uno y pensar en ese otro país que ha pasado desapercibido en medio del conflicto y la desesperanza; sacar nuestra mejor versión como personas y como organizaciones, y ponerla al servicio de esta gran alianza por la educación.

Además:

Para cerrar, quiero añadir que, más allá del premio, nos sentimos felices y alentados de saber que hoy la educación ocupa un lugar importante en la agenda pública nacional: ¡de las treinta iniciativas seleccionadas, cuatro tenían que ver con educación y tres de ellas fueron premiadas!  Todas son organizaciones aliadas y amigas con las que venimos trabajando en pro de este objetivo común: el Colegio Distrital Gerardo Paredes, cuya rectora pasó por nuestro programa Rectores Líderes Transformadores, y cuyo profesor Miguel Ángel Bermúdez, recibió este año el Premio Compartir al mejor maestro. El movimiento juvenil Todos por la Educación, a quien hemos apoyado desde sus inicios. Enseña por Colombia, una iniciativa apadrinada por muchos de los empresarios que hacen parte de la Fundación y en la que tuve el privilegio de trabajar en sus inicios. Y nosotros. Pero además, al escuchar a todas las causas sociales premiadas ayer, era evidente que la educación está en la base de todas ellas. Será imposible construir un país estructuralmente distinto si no ponemos a la educación como un tema prioritario de la agenda nacional.

Esperamos que estos reconocimientos resuenen en los oídos de los candidatos a la presidencia de nuestro país, que reconozcan la importancia del tema como cimiento clave en la construcción de una sociedad equitativa y en paz, que lo aborden con profundidad en sus propuestas programáticas, que lo pongan como prioridad a la hora de pensar en presupuestos y carteras, y que cada uno de los ciudadanos votemos conscientemente, que votemos por la educación, que votemos por los futuros posibles de cada colombiano.

*Directora Ejecutiva de la Fundación Empresarios por la Educación, una organización de la sociedad civil que conecta sueños, proyectos, actores y recursos para contribuir al mejoramiento de la calidad educativa.

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