Que se resalte el reconocimiento de la antioqueñidad y la valoración de nuestra pluriculturalidad, en una Medellín como ciudad defensora, protectora y cuidadora de cada vida.
Cuando aún decantamos las emociones que nos dejaron las bellezas exhibidas en pasarelas y estands de Colombiamoda, Medellín ofrece a sus hijos y visitantes la oportunidad de encontrarnos durante doce días en la Feria de las Flores, fiesta que convierte en formas, colores, olores y sabores, los valores que han inspirado a las generaciones de antioqueños para vencer adversidades y fracasos: vitalismo, creatividad, laboriosidad, resiliencia, hospitalidad y amor al terruño, la familia y las tradiciones.
Lea sobre la Feria de las Flores 2017:
Por la conmemoración del sexagésimo aniversario del Desfile de Silleteros, exponente supremo del respeto por las tradiciones y el amor a la vida natural, la edición 2017 de la Feria de las Flores pone en el centro la presencia de los cargadores de ramilletes cultivados por la familia y dispuestos bellamente para admirar a los compradores, ayer, o los espectadores, hoy. Reconocidos como patrimonio cultural, los silleteros y su cultura son manifestación perdurable de trabajo, creación, inventiva y unión familiar, signos representativos de la antioqueñidad.
Lea sobre los silleteros como tradición:
La creciente convocatoria a propios y visitantes atraídos por una ciudad determinada a defender, proteger y cuidar la vida de sus hijos, ha impulsado variedad de exposiciones, actividades recreativas, eventos culturales y festejos que permiten desplegar la hospitalidad de una cultura amante del encuentro, la conversación y la fiesta. Hoy, que el crecimiento de homicidios vuelve a ensombrecer a Medellín, autoridades y habitantes estamos llamados a recuperar la convicción en el valor de cada vida humana que aquí habita o nos visita y la fe en los esfuerzos, mientras más institucionalizados y prudentes más eficaces, del Estado para controlar a quienes la amenazan, porque sin vida no hay celebración posible, no hay fiesta y difícilmente hablamos de ciudad.