Como pocas personas en Antioquia, el gobernador Aníbal Gaviria tiene el conocimiento, experiencia y compromiso para liderar las transformaciones que requiere el Departamento en diversos campos como la salud, la economía, el bienestar social, la infraestructura y la educación. De manera especial tengo enorme expectativa por lo que se hará en Educación, toda vez que el gobernador cuenta con el apoyo de la Dra. Alexandra Peláez Botero, su directora de Calidad en la primera Gobernación, secretaria de Educación y Vicealcaldesa de Medellín y ahora como Secretaria de Educación de Antioquia.

Como decano de la Facultad de Educación de la UdeA tuve la oportunidad de apoyar algunos proyectos y programas del Dr. Gaviria en su primer período de gobernador y luego en su período como alcalde de Medellín. Conozco y he trabajado con la Dra. Alexandra Peláez y doy fe de su conocimiento y compromiso con su labor en pro de la educación de Antioquia. Lo anterior me lleva a pensar que estamos en un momento diferente y con ventajas sobre iniciativas de anteriores gobernantes.

El gobernador es un hombre práctico, que no utiliza el retrovisor para adelantar y defender su gestión y es partidario de dar continuidad a las iniciativas de sus antecesores, esto se pudo apreciar en sus dos períodos de gobiernos anteriores, tanto en Antioquia como en Medellín. Al gobernador y a su equipo de educación les tomará poco tiempo conformar un programa de gobierno, no sólo centrado en las necesidades que apremian (lo urgente) sino en los programas que se deberán realizar en estos cuatro años para que Antioquia supere las diferencias en Educación o por lo menos las acorte con respecto al área metropolitana.

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Dentro de estos desafíos que tiene la Dra. Peláez, se encuentra la profesionalización del magisterio de Antioquia. Expertos y organismos dedicados a la formulación de políticas públicas en Educación dan un importante valor a la formación de los educadores, como un aspecto importante que impacta de manera directa la calidad de la educación y como uno de los principales factores que explica el logro académico de los niños y las niñas. Antioquia debe impulsar una importante política publica que trascienda el actual gobierno y que se sostenga al menos una década para lograr que la totalidad de los maestros y maestras de Antioquia tengan un nivel universitario.

Los datos conocidos indican que cerca del 14% de los maestros que están en la nómina del Departamento de Antioquia sólo tienen el título de normalista superior y que más del 80% de los educadores no tienen un título de maestría. Sin duda alguna resolver esta situación no es competencia de una sólo administración y debe comprometer voluntades políticas para que se sostenga a lo largo de varios períodos de gobierno.

Las universidades de la región hacen esfuerzos para profesionalizar a los maestros y maestras que no tienen título universitario, pero el proceso marcha muy lento. La Facultad de Educación de la UdeA cuenta con un programa de Licenciatura en Educación Básica Primaria en metodología a distancia que comenzó a funcionar hace tres años. Sin embargo, este tipo de iniciativas resultan insuficientes si se tiene presente que los más de 3.000 maestros y maestras que requieren de esta cualificación en Antioquia se encuentran en el contexto rural, en municipios distantes de cualquier centro urbano.

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La profesionalización de los maestros y maestras no sólo incide en la calidad de la educación y en el logro escolar, sino que además permite mejorar las condiciones salariales de los educadores. Un estudio realizado en el gobierno departamental del Dr. Fajardo encontró que en Antioquia existe una relación entre la experiencia, el salario, el bienestar, y la formación de los educadores con los indicadores de logro escolar que muestran los niños y niñas a través de los resultados en las pruebas Saber.

Es tiempo para el desarrollo de iniciativas que transciendan el corto plazo de los períodos de gobierno. Le auguro muchos éxitos a la gestión del Gobernador y a su equipo de educación.