Nicolás Maduro, Henry Falcón, Javier Bertucci y Reinaldo José Quijada se medirán en las urnas por el cargo más importante de Venezuela. Hay 20.526.978 personas habilitadas para votar en las elecciones más polémicas de la historia del vecino país que definirán el futuro de los próximos seis años.
A raíz de las elecciones atípicas que se desarrollan este domingo 20 de mayo en Venezuela, EL MUNDO consultó a expertos en el tema sociopolítico que afronta este país para averiguar qué se podría avecinar ante un eventual triunfo de Nicolás Maduro, que le aseguraría otros seis años de gobierno.
En materia social el país afronta un crisis que pasa por la falta de alimentos en los supermercados, la escasez de medicamentos y atención oportuna en salud, la devaluación de su moneda y una fuerte inflación que en sólo dos meses aceleró su crecimiento al pasar de marcar un elevado 4.966% al año durante febrero a un 17.968% al cierre del mes de abril.
Además, su principal potencial económico, el petróleo, se ha visto seriamente afectado y su producción hoy no alcanza a generar más de 1,5 millones de barriles al día.
En medio de la controversia por decretar unas elecciones presidenciales fuera de tiempo y sin la participación de la oposición, parte de la comunidad internacional ha optado por no acoger los resultados que arroje esta jornada electoral que tiene habilitados para votar a más de 20 millones de venezolanos.
Ronal Rodríguez, miembro del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, docente de relaciones internaciones y uno de los colombianos que más ha analizado la situación que afronta el vecino país, manifestó que el principal efecto práctico de que el mundo no reconozca los resultados de esos comicios es la presión que le ejercería al Gobierno de Maduro.
“El panorama internacional ha sido donde se ha visto seriamente debilitado el gobierno de Venezuela. Lo que ha pasado en América Latina es sancionarlo, pero de forma moral”, indicó Rodríguez, quien consideró también que una vez los resultados den por ganador a Maduro se esperaría empiecen momentos de sanciones directas desde Suramérica como lo han hecho países europeos y Estados Unidos.
Para Igor Torrico, periodista venezolano y docente universitario, dicho efecto no sería más que simbólico, puesto que “vamos a tener al Gobierno más aislado internacionalmente, pero también va a seguir haciendo lo que le dé la gana”.
Sin embargo, Rodríguez consideró que si bien Venezuela se está apartando de la esfera occidental, el que Maduro hoy no tenga un vínculo con países de Suramérica no significa que no tenga vínculos internacionales, “porque ha estrechado lazos con Irán, Turquía, Rusia, China, Bielorrusia; así que él hace parte de un grupo de política exterior que tiene cierto nivel de poder bastante importante”.
Aunque este hecho no quita la percepción de que el aislamiento en el continente que ha tenido este gobierno si terminará por mostrar la pérdida de poder de la Revolución Bolivariana, que hoy no se puede comparar con lo que era hace diez, o quince años.
Toni Vitola, vicepresidente de la colonia venezolana en Colombia, expresó que el que no se acepten los resultados de las elecciones en estos comicios por parte de más de 80 países, representa las críticas que se sostienen en este proceso electoral.
“Son unas elecciones donde no hay garantías electorales, donde se han inhabilitado partidos políticos, donde no hay candidatos reales de oposición debido a que todos aquellos que nos hemos pronunciado en contra de la dictadura hoy estamos presos o en el exilio”, indicó Vitola.
“Lamentablemente Maduro va a ganar. Creo que las cosas se van a poner peores”, dijo Torrico.
Así definió los posibles resultados donde a su punto de vista “la moneda se va a devaluar más porque no hay confianza ahora y tampoco va a haber. Vienen tiempos socioeconómicos más difíciles y de incertidumbre, lo que va a generar que tomar decisiones sea más difícil en todo sentido”.
No obstante, en el pueblo venezolano existe una esperanza de que las cosas cambien con los comicios. Algunos, que aún aguardan a participar en la jornada electoral, confían en el sistema para cambiar la situación, aunque un resultado como el previsto aumentaría la salida de venezolanos hacia otros países, en su mayoría hacia Colombia.
“Tenemos que estar preparados para este escenario. Hay mucha gente que está a la expectativa y cree que votando se puede salir de la crisis, pero al ver que Maduro se va a legitimar en unas condiciones arbitrarias va a hacer que muchos salgan”, aseguró Vitola.
Rodríguez, por su parte, consideró que este éxodo comenzará en el periodo que sucede entre los resultados y la posesión, que es de unos seis meses, donde “seguramente el Gobierno desestimulará al venezolano que no se siente representado en el proyecto para que tome la decisión final de pasar la frontera a buscar un destino mejor”.
Tal situación de migración ya se presentó en las pasadas elecciones legislativas que generaron una masiva salida de personas hacia otros países en busca de mejores condiciones.
“Un venezolano que trabaja un mes en Colombia hace lo que haría en cien meses en su país. Así que lo que se prevé es que a corto plazo se presente un gran éxodo de venezolanos que ya pierden la esperanza de un cambio político en el país”, expuso Rodríguez.
Según el Grupo de Lima, las cifras oficiales arrojan que entre 2017 y 2018 migraron aproximadamente a Argentina 82.000 venezolanos; a Brasil aproximadamente 50.000; a Colombia 800.000 venezolanos; a Costa Rica aproximadamente 4.000; a Chile más de 160.000; a Guatemala 15.650; a México 65.784; a Panamá 65.415; a Paraguay 2.893; y a Perú 298.559.
Estas cifras son consistentes con las estimaciones realizadas por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las cuales señalan, respectivamente, que entre 1.500.000 y 1.600.000 venezolanos habían abandonado su país para finales de 2017.
La imposibilidad de consolidar un candidato propio de la oposición para las elecciones mostró su lado más crítico cuando Henry Falcón asumió la candidatura como máximo contendiente de Nicolás Maduro sin el aval de la totalidad de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que rechaza las elecciones y las considera ilegítimas y arbitrarias.
“Hay que mirar si con los votos que consiga Henry Falcón se legitima como cabeza de una oposición dividida, que ha quedado acéfala y si se sienta a negociar con el gobierno”, aclaró Rodríguez.
Pero para Torrico, la figura de Falcón “lo que hace es legitimar al Gobierno y le da la apariencia de democracia para decir que hay otro candidato fuerte”, por lo que lo consideró como un fenómeno de dictadura disfrazada de democracia.
Vitola, se acogió al mismo pensamiento y recalcó que “Falcón viene del Chavismo” y que además “va a reconocer la elección del domingo y va a entrar en el tren ministerial de Maduro”.
Por ello, la plataforma opositora Soy Venezuela, de la dirigente María Corina Machado y el exalcalde Antonio Ledezma, llamó a la “desobediencia” por las elecciones presidenciales al considerar que son un “asalto planificado”.
“Desde aquí, a cada venezolano le decimos: desobedece. Este domingo 20 de mayo, desobedece. Que este domingo 20 de mayo aquí en Venezuela nadie salga de su casa, nadie sale de la casa”, dijo Machado.
“A los venezolanos que están alrededor del mundo, fuera de su país les pedimos que salgan a la calle a gritar más duro que nunca este domingo, a exigir la salida de la dictadura y la dimisión”, agregó.
En Medellín, afirmó Vitola, la reunión será en la Plaza de las Luces desde las 10:00 de la mañana y de la misma forma se realizarán concentraciones en las ciudades principales del país.
Ronal Rodríguez analizó la situación actual del vecino país. La conclusión es que la pérdida de la capacidad económica se debe a la pobre producción de petróleo que, según las proyecciones que se tenían en los años 90, debería estar cercana a los seis millones de barriles al día y hoy no logra superar el millón y medio.
“Considero que se puede rescatar la producción petrolera. Las relaciones de Venezuela hoy son con países que tienen experiencia petrolera. La pregunta es cuándo puede generar una relación Rusia e Irán para dinamizar la economía venezolana y volver a niveles importantes”, planteó.
Una de las razones para la dramática situación del sector petrolero venezolano es que muchos de los obreros y los ingenieros se están yendo de Venezuela porque sus salarios no tienen una correlación real con su oficio, de acuerdo al panorama que ha estudiado Rodríguez.
Aunque la opción que plantea el académico sería a través de traer la experiencia de la mano de obra rusa e iraní que dinamice el sector petrolero en el vecino país y completar los planes que tiene Maduro con el crudo.
“De darse esto, con unos tres o cuatro años la producción petrolera podría recuperarse”, acotó Rodríguez.
No obstante, la situación actual imposibilita al país cumplir con sus compromisos comerciales. China ha demostrado tener intereses fuertes en Venezuela, pero la deuda que tiene con el gigante asiático no contempla una línea de movimiento que condone el pago.
“La pregunta es qué le van a pedir a Venezuela, qué va a ceder Venezuela en materia territorial y en decisiones estratégicas, y como eso va a tener repercusiones en Colombia que va a empezar a ver una presencia de Rusia y China en territorio venezolano reclamando lo que Venezuela les debe”, resaltó Ronal Rodríguez.
“No es la primera vez que en el continente tenemos una dictadura socialista que está dispuesta a sacrificar a su pueblo para mantener su proyecto”, finalizó.